lunes, 3 de diciembre de 2007

Bosques

Un jardín pare entre las manos
flores se plantan en el esófago
primaveras vomitadas en cualquier otoño.

Árboles talados en la lengua
terrenos deforestan de silencios verdes
toda especie de pájaros extinguidas
toda plaga todo insecto que cruja en los dientes.

Vacío respira de paladar desierto
nada posible de sombras
vos y mis raíces.

En el medio de esta nada alguien aprendió a gritar.
(nunca pensé que sobrevivirte sería mi castigo)

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